
Infinito es mirar el pasado y querer cambiarlo.
Infinito, claro, es Leopardi.
Infinito es masturbarse durante horas y terminar con la polla roja y rebentada, con heridas en la piel y el semen diluído.
Infinito es cogerte y follar contigo ya sin fuerzas - Para, no puedes más. - ¿Qué dices? Por tí, baby, llegaré hasta el infinito.
Infinito es rajarme el capullo con una cuchilla, verter mi sangre en las cuencas llenas de tus ojos, y mirar el pasado que, hasta el infinito, ya nunca cambiará.
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