¿Qué hacemos aquí?

Cada quince días, sin pautas ni temática, colgaremos una texto o una ilustración. Pau escribe, Berto dibuja. A partir de la ilustración se escribe un texto, y la siguiente quincena, a partir de un texto se dibuja una ilustración. Y así hasta que el cuerpo aguante.

*haz click en la imagen para verla ampliada, o descargar para verla mejor*

miércoles, 31 de diciembre de 2008

Rezo por las necedades



Debaicho da queste chelo, debaicho da questos pies, sota mis plantas y sota los azules, se amaga un mundo del revés. En el princhipio eran los dioches. Elios se pusieron de cuclillas y cagaron tout lou que nos rodea. Dioches loucos! Loucos y farfulladores de las mías entrañas. Alzad vuesa miele en los míos labios para suferir los míos calvarios. Malumba chumba tarumba de una mierda inmunda que se posare en las nosas tumbas y en las nosas cunas. La caca es fonte de vidacheli. Y la mía caca es alimento de la mía tribueli. Invocus locus morenus in nombre del pater y del filus y del pajaritus. Que vuolá en lo alto com une bolsa de súper empuichá por el ventulinus. Todus somus sagradus! Todus llevamus la coronita en la cabecha y la muore en el escuello. Todus somus caca y vidacheli y muore. Achí que del fundamentus pudentus vié el naichementus. Oh!! Dioches putos!! Pinches inmortales inmorales com los jumanos enjutos y mojamutos. Mezcla de éter y No!! Rabiaespurria murria de achiuedna malababí tibabóóó. Pernadal comerem turróóó! Chelos!! Chelos que caen como pieras en nosos cores. Y se posan en la mía vita como en la rama la pajarita. Eu os invoco dioches!! Eu os demano ricos presentes y putas calientes ques restreguen como chuchos en las pernas viventes. Muchos da vosedes, jumanos, seréis beneídos con el agua bendita de la mía polla, firme y dura com una secuoya. Ella regará la zanta terra y fecundará a la virgen. De su coño naicherá un pollito, que terminará en la paela como huevo frito!! Esus serán vuesos presentes destas Necedades: huevos nachidos de lo mío chemen!! Dioches locos!! Pinches putos!! Baichad y dadme fuercha pá fecundad a la ramera mare de Deus. Porqué deus es machina y los gansos dominarán la gansa Tarrina.

lunes, 22 de diciembre de 2008

Arboles Gigantes

Es un bosque. Eso, garantizado. Se llega por algún camino que empieza por detrás de la ermita de Valldemosa. Valldemosa es el pueblo donde hacen coca de patata, y puedes ir al pueblo a comer coca con chocolate caliente, o a tomarte una coca-cola. Eso, garantizado. Es un camino rodeado de matojos y de piedras, un camino muy real, por el que podríamos andar un fin de semana de excursión. Entonces, si el cielo está despejado ves la luna que te sonríe con sus cráteres. O si no hay luna las estrellas se ponen a bailar. Sí tío. Es muy bonito. Estás ahí y te emocionas. Eso, garantizado. El camino empieza a subir, de golpe, sin concisión a la transición, tienes que adaptar tu cerebro tío. Empieza a subir y estás en las nubes, y subes por unas escaleras talladas en una montaña de algodón. Subes muy arriba y oyes el viento. Que sopla siempre como la primera vez. Entonces, feliz, con una sonrisa de oreja a oreja. Sonriente y celestial te serenas, todos tus sentidos están en standby y sale el sol. Un sol cálido, verdes montes se extienden en un paisaje semejante a La Comarca tuneado de verde campiña inglesa. Eso garantizado. Y entonces, llegas al Bosque Viejo, con árboles más grandes que la Torre Gris de París. Sus hojas son de todos los colores del arco iris, y sus frutos te caen directamente a la boca. Tu sólo tienes que encontrar un puñado de hojas cómodas, te tumbas, y melón pa ti! Zas! En toda la boca. Peladito y todo tío. Es increíble. Y luego vas rodando hasta la zona de los limoneros. Y te comes 40 de ácido cítrico. Y los árboles se hacen más grandes, y sus ramas se bifurcan y se afluencian y nacen más hojas. Y sopla el viento. Y es tan bonito cuando caen miles de hojas de colores encima de las nubes. Tío ¿Y los fresoleros? Es el puto paraíso. Todas esas fresas que te caen en la boca y un hilillo de líquido rojo que se escapa de tus labios. Buah colega, que sabor tan dulce. Y bueno, si eso te echas un sueñecito. Eso, garantizado. Cuando te despiertas ves que sin darte cuenta has rodado hasta los territorios de Los Higos Chumbos. Mierda tío, estás jodido. Intenta no hacer ningún movimiento. Con suerte están durmiendo. Desplázate con excesivo sigilo. Buaaarrrrrp, dice tu estómago. Debes tener hambre. Joder, te apetecería una pera bien peladita y suave. Bostezas. Y en el momento de bostezar empieza el ataque. Tres higos chumbos de medio metro cada uno han caído en tu boca. Soporta el dolor con estoicismo y mastícalos sin piedad ¡¿Porqué los higos chumbos nunca vienen pelados?! ¡¿Porqué nos forzáis higos?! Acabas con la boca destrozada, llena de sangre y con regustillo a higo. Pero has llegado a la zona de las frutas exóticas. Tío, te relajas, te tumbas, abres la boca y a esperar que el néctar del Caribe alivie tus heridas. Increíble. Vas a flipar tío. Eso, garantizado.

viernes, 12 de diciembre de 2008

El buque y la cancha de baloncesto


El general está impasible. Su barco se derrumba pero él y sus hombres van a jugar la última partida. Tirarán contra el pato encima de la roca. La pista de aterrizaje será, por última vez, su campo. Los hombres se alinean en dos filas formando dos equipos. El general (el más alto de todos) se sabe el mejor. Es imbatible, estos pulpitos chatos y tontos no pueden parar su brazo biónico que encesta una bola tras otra. Para ellos es el héroe. Aquél capaz de encestar bolas imposibles. Su altura lo convierte en hijo de dioses. Ellos, los pulpitos, que no miran más allá de sus tres ojos. Y el general, preparado para el último partido, con el cinturón al viento y con todo el conocimiento que le da su ojo biotecnológico, se prepara para un último acto heroico ¡Podemos convertir la cubierta de este barco de guerra tocado y hundido en una cancha de Massachussetts ardiendo! ¡fundiremos la nieve de la mítica universidad de Springfield mis valientes! ¡Todo el mundo a sus puestos! ¿¡Todos preparados para empezar a jugar!? ¡Sí señor! No os amedrentéis muchachos ¡este barco aguantará nuestro último cuarto! El profesor Naismith estará orgulloso de nosotros. Cuántas veces ha buscado en el ojo biotecnológico ese nombre: James Naismith. Profesor canadiense que ideó un deporte que se pudiera jugar a descubierto, pues los largos viajes en barcos militares dificultaban la realización de alguna actividad al aire libre. James analizó las actividades deportivas que se practicaban en la guerra, cuya característica predominante es la fuerza o el contacto físico, y recordó un antiguo juego de su infancia denominado “duck on a rock” (el pato sobre la roca) que consistía en intentar alcanzar un objeto colocado sobre una roca lanzando un pedrolo. Después del impulso que le supuso el “daconarroc” todo fue a pedir de boca. Naismith, profesor entregado y austero, se pasó muchos días tirando piedras y encestando en papeleras. Finalmente pidió al encargado de su colegio, un hombre negro de unos sesenta años, unas 50 cajas de 400 cm de diámetro pero lo único que consiguió fueron unas cestas de tres pares de cojones que mandó colgar en las barandillas de la cubierta superior que envolvía el gimnasio, a una altura afeminada.


Y así, pulpitos, nació el baloncesto.



Quien quiera puede dirigirse a wikipedia para complementar el relato, introducir baloncesto en el buscador, y leer el primer párrafo del apartado intitulado: Historia del baloncesto.


http://es.wikipedia.org/wiki/Baloncesto


lunes, 8 de diciembre de 2008

El gigante Cacatúa

Este es un mundo feo. Y parece que nadie sepa de la existencia de gigantes. Los gigantes existen amigos, aunque desviéis la mirada cuando aparecen en vuestro camino. Os puedo hablar de uno de ellos: el gran Cacatúa. Pariente lejano del noble Pantagruel, hijo de Gargantúa. Cacatúa vive apartado en una casita de 600 mil metros cuadrados en San Cagat. Se fue allí buscando un rinconcito de paz. Por las mañanas se despierta, se estira y bosteza, y su ruido es tan fuerte que el sonido llega hasta Capdepera. Va al baño y mea en un acueducto que le ha puesto la generalitat. El susodicho comunica con una depuradora y se ha conseguido solucionar el problema del transvase. Luego Cacatúa va a la cocina. Baja los escalones de 10 metros cada uno y se prepara un buen desayuno. Almuerza 300 kilos de plátanos, 450 de naranjas y 103 de manzanas. Abre un brick de leche que ha comprado en el Supermercado Gigante's y se vuelca 200 litros en su jarrita. Luego se vierte tal cantidad de cereales que la unión europea ha multiplicado por cuatro las ayudas a la agricultura. Luego, con fuerza y con bravura, unta 57 quilos de mantequilla en los 111 metros de las rebanadas. También come unas decenas de empanadas que su madre le ha hecho con muchas ganas. Luego mete 678 gramos de hierba en su pipa y enciende el fuego con una cerilla hecha con una secuoya.

Después de esto siempre le entran ganas de cagar y se va al campo. Los truñazos que deja son monumentales y Miquel Barceló ya está trabajando en la construcción de unas cuantas catedrales. “Catedrales de mierda”, se llamará la obra. Mientras caga Cacatúa piensa y mira la naturaleza y le encanta aspirar el olor que proviene de su ciclópea cagada. Si se ha traído un libro se tira en el prado a leer mientras el sol golpea su tez, no muy lejos de su gran hez. Luego se marcha a casa, vuelve a encender la pipa, pajarea y cacarea y vienen los amigos a comer. Están todos ahí, Romboril, el gigante de la Mancha, Quillotón, el gigante de Sevilla, Maruchinho, el gigante de Galicia, Pachitrazo, el gigante de Euskadi y Biencentrao, el gigante de Madrid. Comen y beben y los peces en el río que van a su rollo. Luego se marchan (“quédate a echar la siesta”, le dice Cacatúa a Maruchinho, “qué va, si en tres pasos estoy en Lugo”) y Cacatúa se echa la siesta. Duerme unas dos horas, se despierta y vuelve a encender la pipa de la paz. Para sostener su ritmo todos los campos de cultivo de Colombia y de Marruecos trabajan para él.

Se despide de la tarde estudiando un poquitín. Piensa sobre Kantsino y su gran verdad. Luego piensa en tonterías y escucha the clash. Le entran ganas de leer, de escribir, de hacer todas las cosas que sean posibles de hacer. Tiene que hacer un máster, tiene que leerse toda la literatura clásica, todos los beats, toda la filosofía importante, wittgenstein, freud, camacho, buda, ghandi, jesús, gracias, cervantes, corín tellado, li po, wim wenders, kurt cobain, machado, dan brown, y tiene que escribir un libro, hacer estudios, artículos, panfletos, galimatías, burratachos, dibujos, guiones, historias, cuentos, listas, escenas, interpretaciones y todo lo posible por hacer. De tantas cosas que quiere hacer al final no hace nada, lee un ratito más, quizás escribe unas líneas, enciende la pipa y después pajarea y cacarea.

13/12/08


2



(2)Post Scriptum: y todos os preguntaréis: ¿qué ha pasado? ¿por qué este dibujo tan raro? tenemos una explicación: Berto esta semana se ha ido de viaje a las altas y frías montañas viejas de Canterbury. En su largo viaje no ha tenido acceso a internet, y si hubiera tenido le habría faltado tiempo. Hoy por cortesía ha venido a verme a mi antiguo y apartado hogar. Yo no dibujo, con lo que no tengo ningún aparato ni herramienta para llevar a cabo la tarea de un ilustrador. Berto ha tenido que trabajar con unas herramientas muy limitadas (sin ningún programa con el que retocar los dibujos, sin puntafinas y con un nº ínfimo de rotuladores), pero así y todo hemos querido colgar el post. Se nos ha acumulado el trabajo y esta semana vendrá otro.

sábado, 29 de noviembre de 2008

Paliza en el garaje


el cabrón me ha seguido hasta el garaje sin gente. se ha acercado con sus pasos sin ruido. yo buscaba sin temor mi coche. y de golpe esa risa sin fondo. esa furia sin freno que me ha impactado como a un púgil sin peek-a-boo. y de golpe con porrazo a paliza sin motivo. este hijodeputa sin compasión me ha empezado a golpear sin parar sin dejar de sonreír con su boca sin labios. sin entender porqué un compañero sin mano me golpeaba con su tentáculo sin pulpo me he puesto a correr sin rumbo por el garaje de las oficinas sin gentes de mundo.

unas horas antes yo estaba sentado en mi mesa de trabajo. tranquilo y sin miedo. pensando en lo que haría cuando terminara el día. él estaba tres mesas más atrás. habíamos hablado unas cuantas veces y me parecía un tipo capaz, de complexión fuerte, con cara de persona corriente. hasta hoy pensaba que le encantaba la hípica, que gozaba con el béisbol, que retozaba en su cama con su buena señora ¿quién es y porqué quiere hacerme daño? “¿qué buscas maldito?! ¿¿por qué haces esto??! ¡¿¿quién te envía??!!”, quiero gritar y mi boca ningún sonido envía. estoy como neo cuando su boca desaparecía.

los pasos resuenan en la cancha de coches. mi corazón frenético como un ratón cibernético ¿por qué me ha elegido a mí? ¿me encontrará especial? ¿me encontrará distinto? un momento de vanidad. un vano pensamiento extinto. y me caigo de bruces como un tontorrón. me quedo quieto y miro el reflejo de las blancas luces de neón. las horas pasan todas iguales en este mundo para subnormales. un contundente middle kick me proyecta 6 metros hacia mi izquierda. realizo una parábola. impacto en el suelo, contusión directa. creo que me he roto una vértebra. estoy desorientado, mareado y apaleado. me pongo a gatear y su tentáculo se estira como los brazos de chewing gum man. me agarra por el pie atrayéndome a toda velocidad mientras empieza a correr con mucha agresividad ¿puede existir un hombre con más maldad? pensadlo bien hermanos , y razonad.

y antes de ir a la cama un padrenuestro rezad.


lunes, 17 de noviembre de 2008

Mundo postindustrial

Postindustrialmente hablando la cosa no está nada mal. Tenemos fábricas, humo, polución, dióxido de carbono, cemento, drogas sintéticas, armas, guerras, sida, cáncer, petróleo, plástico, y de todo. Tenemos de todo. No está nada mal. Dentro de las drogas tenemos pastillas, mdma, anfetaminas, cocaína, heroína, ketamina, nexus y de todo. No está nada mal. Me paseo por mi mundo de plástico colocado hasta las cejas y me da igual porqué no está nada mal. Porqué el mundo es mío encima de un caballo de adrenalina. Y entonces. Y entonces nada. Porqué soy capaz de resistir como un soldado al que le dan de comer todas las municiones posibles y entonces explota y la explosión se convierte en una bomba nuclear interior que produce todo tipo de sensaciones inesperadas. Y no está nada mal. Todo está bien. Y entonces avanzo a tientas por un mundo que no comprendo y me da igual. Desprendo radioactividad y brillo en la noche y me meto en una nave enorme en la que los dj’s (los directores de juego) ponen trash techno a toda pastilla mientras en el pantallote se ven imágenes del dungeons and dragons. Y es de puta madre. Me convierto en un nigromante mientras el que tengo al lado me lanza una chufla y no sé quien es ni me importa. Yo sólo me preocupo de resucitar a los muertos mientras alucino e intento combatir al mago blanco encima del dragón. Mi estado es crítico. Mis posibilidades son infinitas y laberínticas. Soy un loco o un bufón o un bicho raro que lo único que hace es comer drogas y más drogas para mutar y ser piel de esta masa de cemento que al final ha conseguido convertirse en cuerpo. Y circulo por las calles como la sangre circula por las venas, sin saber hacia donde voy, siguiendo únicamente estímulos nerviosos que me empujan o me lanzan hacia extraños lugares. Oigo un bombeo constante que puede ser mi corazón o puede ser un bombo sonando fuerte en alguna rave. Termino tirado en algún sitio de los intestinos de esta ciudad, a punto para salir disparado por el culo. Empiezan a aparecer los pedos y me preparo como un velocista antes de que suene el disparo. Todo mi cuerpo en tensión, el bombo retumbando, la sangre circulando, y entonces el gran pedo que me precipita hacia el exterior. Y me arrojo al mundo como una cagada.



domingo, 9 de noviembre de 2008

Las medusas de meduso


No sé cuando llegamos aquí. No sé cuanto tiempo hace que tengo a este tío a mi lado gritando. Puede que haga eones. Huímos buscando algo. Ai sí, las búsquedas. Huímos para encontrar un sitio donde crear ficción y crearnos a nosotros mismos. Crear y recrearnos. Y aquí estamos, rodeados de medusas. Con este loco a mi lado que sólo chilla palabras incomprensibles, este loco que un día fue mi amigo. Este loco que sólo maldice y maldice y menta a la madre que nos parió a todos. Joder. Pero bueno, yo mantengo la calma. Estoy tranquilo como en un mar de paz. Él en cambio, él no para de gritar desesperadamente como un energúmeno. Joder me va a dejar sordo. Al principio teníamos una casita. Él escribía, yo dibujaba. Todo iba muy bien hasta que llegaron las medusas. Empezaron a aparecer por toneladas y entonces él perdió la cabeza ¿Cuánto tiempo hace de eso? Yo sigo dibujando y cuando le enseño una pintura él se queda parado, deja de gritar, y recita extraños poemas. A veces transcribo alguno de sus versos. Esta es la vida del artista con la locura en su hombro. La locura que es puro verso envenenado de medusas. Pura resignación a llevar un alma deforme que me convierte en lo que soy. El artista, ese gran deforme. En realidad, a las medusas las llamamos nosotros. Sin saberlo, claro. Las llamamos nosotros con nuestros rituales de tontos iniciados en algo que no comprenden. Las llamamos. Y ellas acudieron, como el veneno acude a los labios de la víctima. Como la muerte acude a los guantes del estrangulador. Como el destino acude a los ojos de los hombres. En realidad, no había búsqueda, sólo medusas. Y nosotros, tontos de nosotros, las deseamos con todo nuestro afán, con toda nuestra avaricia, con toda nuestra inocencia! Venid venid! Acudid a este entierro del que nacerá la tierra. Acudid medusas… tontos de nosotros… Al principio nuestro espacio empezó a cambiar. El paisaje industrial que habíamos elegido de lanzadera para nuestro proyecto se ovaló, y las naves rectangulares se fueron curbando hacia arriba, hasta convertirse en cabezas industriales de medusas. Y vino la transpariencia y el azul. Extraños compañeros. Todo nuestro paisaje se tiñó de ese color. Y pensamos que estábamos creando algo bonito: estamos cambiando algo, tío. Me decía el loco que ahora tengo pegado a mi hombro. Y con la esperanza llegó el veneno. Al principio nos pusimos muy enfermos. Caímos en cama y sufrimos intensos dolores. Todo eran vómitos, sudores y fiebres. Y en el fondo de nuestras almas pensábamos: esto es el cambio, la purificación. Las cabezas de los edificios supuraban toxinas. Y un día, en pleno delirio, trabajando codo a codo, desnudos y puros, nuestros cuerpos mutaron, y nos volvimos uno. Y en lo profundo de nuestro corazón rezamos: esto es lo que queríamos, esto. es. lo. que. queríamos. Una mañana llegaron las medusas, centenares y centenares de medusas que cubrieron el mar. Y nunca pararon de llegar. Y a la playa se la llevó el veneno.